miércoles, 1 de junio de 2011

A MEDIA LUZ






Yo quería por medio del alboroto
ahuyentar las palabras.
Yo quería la atención de la gente
y el interés por este mi poema.

Sin embargo la inequívoca lengua
de un reloj y su clavicordio
en estas palabras imprecisas.

Entonces, hay un sueño
resguardado en un corazón
de impresiones, de emociones
cualesquiera, justamente.

El tiempo se desprende
y no tienen nombre las canciones
que escribo para ti solamente.

Resaltan las palabras arrancadas de la lluvia
y no te miento criatura procedente del alma.

Se oye la lluvia cantarina en la calle
como en estas palabras
que sin estupor, pena o angustia,
el corazón la toma para su fonda emotiva.

Entonces hay un sueño, un bajel
en este mar de dudas,
un libro abierto con canciones,
apuntes y poemas.

Entonces allá he dibujado un paisaje,
triste y melancólico,
la voz de la lluvia se escucha
alternada con el viento.







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