miércoles, 9 de noviembre de 2011

POEMA






Ah, tú, al cuál dirijo mis versos,
en tales momentos inconfesables de delirio,
escucho el canto del viento, su poetizar florido.
Te pierdes sin rastro como un pájaro,
con la misma intimidad de un sueño,
este verano, entre arbustos dislocados.
Te hundes, con plenitud, en el agua de este canto.
Yo, así, acónito, sin lágrimas, soliviantado,
dueño de tu ser, de tu mayor eternidad,
te abandono en este inaudito tiempo.
Muchos vientos mueven un péndulo.
Han pasado los años.
El viento mueve una palabra en su reseca mano.






1 comentario:

  1. Compañero Poeta, me parece que sigues buscando tu forma. La sencillez es lo más difícil, pues, si uno no lo logra, cae en lo cursi. Lo tuyo está por buen camino. Espero que sigamos buscando.

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