La ciudad te esconde.
Yo
grito tu nombre.
Se
aloja mi grito en el silencio.
Estoy
enfermo.
Podría
agarrar una ojiva nuclear
para
dejar de pensar en lo mismo.
Aplastaría
mi corazón con un martillo
para
no sentir lo que siento.
La
ciudad donde estás
te
esconde en sus calles.
Mis
ojos se abren inmensamente.
Soy
un hombre perdido.
Ese
que se enferma
y
se deja, cada día, vencer por el tiempo.
La
ciudad te tiene.
No
mentiré que a uno lo espanta.
Camino
con un sólo pensamiento.
El
olvido oxida superficies.
El
odio cierra puertas y ventanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario