Tú eres la soledad
que me acompaña en este tiempo.
Sencilla pero elemental como la lluvia
me moja tu cuerpo.
Me acompaña tu soledad en esta hora
cuando escribo
y cuando tiembla la luna de invierno...
Cuando escribo me pongo a dialogar con las cosas.
Le grito a la gente en la calle mis añoranzas.
Siento que en esta hora sublime tú me escuchas,
y no hay término para este sueño para este idilio.
Recorro un camino infinito y tú me hablas,
me hablas con ese sutil sentimiento.
El mundo es inmenso. Me habla el viento
junto a estos pilares vivos.
Allá afuera hombres y mujeres se congregan
y rompen el silencio de hielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario