enciendo
un cigarrillo por el mundo
ahora
es cuando juego para mi absolución o
condena
de una noche a otro día
llegas con cada paso remolcando la corriente
días, rostros, sucesos que recuerdo
de
algún modo soy ese espejismo un grito entre los sueños
conmutado
al silencio
ya
tanto cansancio con ritmos milenarios
desde
ahora el olvido ya es mi única salida
ser
otra vez aquel cuando no me has dado la mano
no
me has dado tu dulzura agradable a la boca
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